miércoles, 1 de mayo de 2024

 


LA CLAVE DEL AMOR

 

Por Alex Weibel

Una fría noche de invierno, en una cabaña al sur de Chile, la nieta gozaba de la compañía de sus abuelos, contando historias cerca de la chimenea, capeando el temporal.

-Abuelo ¿cómo fue ese momento cuando descubriste que estabas enamorado de la abue? -

-Esa es una historia de película. Eran las últimas semanas del otoño en esta parte del mundo. Nos habíamos fugado a la playa. La abue le inventó algo a su mamá, la que ya comenzaba a sospechar de nuestro amor prohibido. Fue como a fines de mayo, por ahí por el 24 de mayo. Caminábamos por una pradera; íbamos muy abrigados. Estaba cubierto; comenzaba a caer una fina llovizna que cubría nuestros rostros y lubricaba nuestras parkas. De pronto la atraigo hacia mí; miro su carita de jovenzuela aventurera y le di el beso más hermoso que jamás di en mi vida ¡y vaya que había repartido besos! En eso estábamos cuando siento que un rayo cálido cayó sobre nuestros rostros. Abrí los ojos y en ese cielo encapotado, se había abierto un agujero y el único rayo de sol del todo el hemisferio, caía sobre nosotros como si el mismísimo Dios estuviese bendiciendo ese amor. Le dije a tu abue: “solo falta que el director diga ¡corte, se imprime!”-

- ¡Pero qué romántico abuelo! - exclamó la nieta.

- ¡Ay viejo, no exageres! - Le dijo la abuela tomando su mano -Si, estaba lloviznado y caminábamos sobre esa pradera cerca de la playa; pero no había rayito de sol ni nada-

-No sé si la abue lo recuerda o no, o tal vez las cosas fueron así para ella- dijo el abuelo levantándose del sillón para acercarse a la ventana -Para mí… (suspira) sigo sintiendo la calidez del rayo de sol sobre nuestros rostros, y la voz del director a la distancia gritando: ¡Corte! Se imprime. -La tormenta hizo una pausa, y el encapotado cielo nocturno se rompió, y se coló un rayito de luna que iluminó los ojos húmedos del viejo, como haciendo un guiño a tan tierna historia de amor.

 

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