Siembras el deseo
y no te quedas un tiempo
a ver cómo crece.
No sé si tu esencia es volar
o tan sólo huir.
Te sentí cómoda en mis labios.
Tu mano en mi pecho
y una sonrisa escondida
en la comisura de tu boca
le hablaron a mi corazón dormido,
y entonces te vi,
y entonces se instaló en mi
la idea de amarte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario