Corro como un loco
para despedirla en el andén,
con el corazón latiendo espinas...
No sé si fue bueno el silencio,
el guardar en el pecho las angustias de mi alma...
No sé si fue bueno el silencio,
y callar los deseos de mis sueños,
cuando despertaba acariciando tu pelo
y besando tus hombros desnudos,
que hoy se contonean coquetos
tras la nueva aventura
por el andén de la vida.
No sé si fue bueno el silencio...
Me parece que no!
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