Me falta el aire,
me consume una pena,
una pena inmensa,
una pena dolorosa, desgarradora,
una pena que me rompe,
que me quiebra como una rama seca
de un verano ardiente;
de un vacío que ni siquiera
sabía que existía,
de un dolor entumecido,
de mil penas arraigadas
en un alma entumecida
en un alma adolorida
de una vida interrumpida.
Permiteme un silencio
por el dolor del no nacido,
pero no me permitas seguir abandonándote;
no me apartes en este momento,
donde los sueños se convierten en pesadillas,
dolorosas, inconsistentes, etéreas, solitarias.
Asumo tu silencio como un dolor compartido.
Lo que pudo ser y no fue...
Solo nos queda el dolor de una bella ilusión;
sólo nos queda ese "tú y yo",
que siempre fue mágico;
solo nos queda sufrir en silencio
por algo que no fue y el universo tendrá su respuesta
de algo que no sabremos por qué fue.
No hay comentarios:
Publicar un comentario