No sé porque te escondes,
te atropellas, te atragantas;
no sé porque huyes,
te pierdes entre rocas y perlas;
te disfrazas de noche tras el sol,
y de día en las faldas de la luna;
te pierdes en los montes,
y corres por las carreteras de la vida,
escapando del viento tibio,
de la caricia de un mendigo,
de la mirada dulce de un herido,
de la agonía de una latido
que se toma el día para
latir una vez más, tal vez la última,
fundido en la mirada tuya
que busco y no encuentro,
porque te has escondido más allá
de mis ojos ansiosos, desesperados
los ojos de quien van al filo
de su destino,
que caerá con la fuerza de tu olvido
con el dolor de tu silencio;
Y el espacio se hará mudo
y será gigante y será eterno.
Y será el verdugo,gigante y eterno
el que apague
el fuego.
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