A veces me acuerdo de ti
lo que no significa que no estés presente;
quisiera ser el viento y posarme
en tu hombro para decirte cuanto te extraño
y así pensar que no me has abandonado.
No sabes cómo me hace falta
ese abrazo contenedor del niño malhumorado...
A veces me acuerdo de ti,
sobre todo en los aplausos solitarios;
en la oscuridad de las decisiones más absolutas;
en los dolores más intricados;
en los caminos más perturbados...
A veces me acuerdo de ti,
cuando la nostalgia llena mi habitación,
cuando las aves ya no trinan en mi rincón,
porque la primavera me ha dejado;
cuando no soy más que un paralelo
de un camino abandonado...
A veces me acuerdo de ti,
y me falta tu risa y tu llanto,
tus desvelos y tu canto,
y tu voz profunda diciendo "te amo"...
A veces me acuerdo de ti,
y la pena me arropa cual invierno
de un verano desolado;
y el dolor me destripa a cada paso
como un puñal ensangrentado
que marca el camino y las horas
sin ti a mi lado.
A veces me acuerdo de ti,
como solo si te hubiese soñado.
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