¿Cómo pensar en tenerte,
cómo pensar en ser tuyo
si la propiedad no existe?
La realidad es una ilusión,
una ilusión prestada,
donde el iluso es más iluso,
el romance, más romántico,
el dolor un desgarro
y el amor un nido en tu regazo.
El juego de la separación
es un pensamiento
que nada desnudo
en el espacio de tu mente,
creando islas desiertas,
que parecen alejarse
en una distancia que no existe,
en un vacío que no tengo
porque estoy lleno de estrellas.
El vino de una noche borracha,
despierta un miedo dormido
y me imagino que ya no estás
y me invade la nostalgia
de lágrimas perdidas en un tiempo
que tampoco existe,
y me imagino que ya no estas,
y que todo fue un sueño,
y hasta olvido que siempre es un sueño,
aún cuando estás dormida en mis brazos.
La vida es una ilusión prestada,
donde el iluso, es más iluso,
y entonces el dolor sangra
con sangre de mentira,
de mentira como la muerte
otra ilusión de la vida,
de una vida que nunca termina,
que siempre vuelve convertida en otra vida
Ilusión prestada
decorada de música,
emborrachada de amor desnudo sobre mi cama
fugándose por mi ventana
perdiéndose en el bosque
que todos los días me despierta el alma
cada noche que nunca acaba,
solo aquella en que te robaste el sol
y lo metiste entre mis sábanas.
Me pensaste un día
y me pensaste solo por un instante,
y en este mundo de ilusiones prestadas
fue un instante muy fugaz
que deja un sabor intenso
tan intenso como la vida misma
que parece que fue un sueño
dentro de un sueño que nunca acaba
como la vida misma,
que me golpea con una realidad absurda
donde pretendo hacerte mía
y yo convertirme en tuyo.
