Hay un silencio antiguo,
un silencio de tarde de verano;
de esas en que buscas la sombra
y la quietud de no pensar en nada.
De repente el zumbido de una mosca
hace que te dé más calor,
porque con las moscas, más parece verano.
Hay un silencio antiguo,
como detenido, como de otros tempos.
En mi mente resuena tu risa
y las herraduras de los caballos
sobre las piedras.
Es un silencio de verano
quizá por los recuerdos que nos perdimos.
Y en ese silencio antiguo, un abrazo eterno,
como si siempre nos hubiésemos conocido.
Es una adiós a tenerte,
y una bienvenida a recordarte.
Por eso tal vez hoy todo me huela a antiguo,
el calor y el color de los árboles,
el canto del pájaro y la oruga que no alcanzó su destino;
porque fue en un día como hoy
que nos tuvimos como nunca nos habíamos tenido
.
Ese es un abrazo que no olvido, porque es un abrazo
con olor antiguo.
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