Ésta es una de las más grandes lecciones que tiene la vida: el verbo "perdonar", en su conjugación reflexiva, sólo es útil al crecimiento y sanación emocional cuando la acción recae sobre el propio sujeto.
Nos arrogamos el poder de perdonar a otros y que otros nos perdonen: "Ego te absolvo a peccatis tuis in nomine Patris et Filii et Spiritus Sancti", "yo te perdono en el nombre de..." es un acto egótico que presupone una postura de autoridad.
Creo que no es así como funciona. Al "herir" a otro, por ejemplo, (cosa que tampoco es real), solo me estoy hiriendo a mí mismo. En lo personal jamás me siento herido cuando alguien "me ofende", porque quien sufre con esa acción es la persona que la realiza, la que no tiene poder sobre mis emociones, por ende esa acción no tiene una reacción en mí y por lo tanto resbala.
Por lo anterior, tampoco tengo el poder de "perdonar" a esa persona, ya que no hay nada que perdonar. Lo habría si esa acción provocara una reacción en mí como un dolor, por ejemplo.
El poder sanador del perdón actúa cuando la persona SE PERDONA, así sana y si sana, cambia su conducta. Si lo meditan, la persona a la que se intentó "herir" no ha tenido ni una sola participación en estos hechos, solo actúa como espejo.
Creo que no es así como funciona. Al "herir" a otro, por ejemplo, (cosa que tampoco es real), solo me estoy hiriendo a mí mismo. En lo personal jamás me siento herido cuando alguien "me ofende", porque quien sufre con esa acción es la persona que la realiza, la que no tiene poder sobre mis emociones, por ende esa acción no tiene una reacción en mí y por lo tanto resbala.
Por lo anterior, tampoco tengo el poder de "perdonar" a esa persona, ya que no hay nada que perdonar. Lo habría si esa acción provocara una reacción en mí como un dolor, por ejemplo.
El poder sanador del perdón actúa cuando la persona SE PERDONA, así sana y si sana, cambia su conducta. Si lo meditan, la persona a la que se intentó "herir" no ha tenido ni una sola participación en estos hechos, solo actúa como espejo.
Todo ocurre desde el interior, desde la emoción que nos lleva a un determinado comportamiento.
El ser humano es emoción pura, positiva o negativa; son éstas las que nos llevan a un sentimiento y del sentimiento a la acción, que es la conducta que mostramos al mundo. De allí si alguien estimula una emoción negativa en mí, reacciono de manera violenta. Esto puede llegar a ser compulsivo.
Es por lo anterior que los humanos debemos preocuparnos de lo que sentimos y no de lo que sienten los demás. Cada uno representa un campo de crecimiento individual y personal, opinar o sugerir acciones a esos otros, es una falta de respeto.
Es por esto que la humanidad esta llamada a amar a los demás tal cual son, y esa, créanme, es la más difícil de todas las tareas, es cuestión de mirarnos en nuestro diario actuar. Por esto creo que es una de las mayores lecciones que nos depara esta experiencia de vida.
Sé el ángel que vive en ti |
El ser humano es emoción pura, positiva o negativa; son éstas las que nos llevan a un sentimiento y del sentimiento a la acción, que es la conducta que mostramos al mundo. De allí si alguien estimula una emoción negativa en mí, reacciono de manera violenta. Esto puede llegar a ser compulsivo.
Es por lo anterior que los humanos debemos preocuparnos de lo que sentimos y no de lo que sienten los demás. Cada uno representa un campo de crecimiento individual y personal, opinar o sugerir acciones a esos otros, es una falta de respeto.
Es por esto que la humanidad esta llamada a amar a los demás tal cual son, y esa, créanme, es la más difícil de todas las tareas, es cuestión de mirarnos en nuestro diario actuar. Por esto creo que es una de las mayores lecciones que nos depara esta experiencia de vida.
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