miércoles, 31 de octubre de 2012
HALLOWEEN
Si usted cree en brujos, zombies, el inframundo, el paraíso los fantasmas y cree que esta noche se abre el umbral hacia el mundo de los muertos... absténgase de cualquier celebración. Si no cree en nada de lo anterior... páselo la raja!!!! Súper simple. Para cada quien lo de cada quien. Happy halloween!!!!
LA HERENCIA
“Ups se me quedó el celular”, me
dice mi hija Josefa de 11 años, camino al colegio esta mañana. Yo
lo había deslizado en uno de los bolsillos de su mochila porque los
miércoles necesitamos estar comunicados, ella llega antes que yo al
departamento. Le conté que me había percatado más temprano y que
sí lo llevaba. Me vino una frase a la memoria la que reproduje con
aires de “madre” enfadada: “¡Claro, siempre yo. Tengo que
estar pendiente de todo!”, y reímos de buena gana, más aún
cuando ella me dice: “Te pareciste a mi abuela”.
Cuántos de nosotros nos sorprendemos a
menudo diciendo, pensando e incluso sintiendo como nuestros padres,
abuelo, tíos o de alguien que haya jugado el papel de adulto
significante en nuestra infancia. Repetimos patrones y eso implica:
conductas, emociones, sentimientos, creencias, hábitos, juicios,
somos la copia, buena o mala, de alguien.
Somo imitativos y automáticos ¿qué
quiero decir? Que en un proceso de aprendizaje compuesto de cuatro
etapas, cuya primera fase es la “inconsciente-incompetente”, que
es cuando no sabemos que existe por lo tanto no lo manejamos; una
segunda fase que representa al “consciente-incompetente”, o sea,
se sabe de existencia de un objeto pero no se es capaz de operarlo
(un auto, por ejemplo. Lo mismo funciona para un sentimiento.); una
tercera fase en la que nos encontramos con el “consciente-competente”
que es la estrella del proceso, porque depende de esta fase de que
desarrollemos la habilidad de manera mediocre o lo hagamos con
excelencia, en otra palabras, sé que el objeto (o emoción) existe y
comienzo a aprender a lidiar con ella y la calidad de aprendizaje irá
de la mano con el modelo que tengo al frente, y una última fase, la
que nos convierte en automáticos: “inconsciente-competente”.
Es en esta última etapa cuando
enviamos todo lo aprendido a nuestra mente inconsciente y desde allí
vamos por la vida actuando desde el “piloto automático”. Podemos
enfrentarnos a momentos de incertidumbre, nos preguntamos por qué
pensamos o sentimos de esa manera, por último nos arrepentimos de
haber obrado de tal o cual manera, pero jamás atravesamos el umbral
del inconsciente, no podríamos sin algún tipo de terapia. Lo más
cerca que estamos de sentir que esa conducta “viene de otro lado”,
es cuando caracterizamos una actitud o conducta que generalmente
atribuimos a una madre. Al parecer estas últimas, por su rol de
contenernos y alimentarnos, generan una imagen, una impronta muy
fuerte en el carácter de los hijos, de allí que sean más
caricaturizadas. Como ocurrió esta mañana con mi hija camino al
colegio.
Claro que esto no es nada nuevo, es la
conducta humana desde siempre, heredada. Tengo la impresión que esta
repetición es la que inspira las amenazas del dios bíblico a su
pueblo: "Yave es paciente y rico en misericordia. Soportas la falta y el pecado, pero no dejas pasar la falta, porque el pecado de los padres lo castigas en los hijos, en los nietos y en los bisnietos". (Nm 14,18). Lo que podía ser juzgado como un mal hábito o una tara física, para la comunidad se convertía en pecado. Al heredar esta conducta los hijos y luego los nietos y hasta los bisnietos, se entendía entonces como la ira divina repitiéndose en las siguientes generaciones. No era otra cosa que una herencia.
La herencia es el conjunto de bienes, derechos y obligaciones que cuando una persona muere, transmite a sus herederos o legatarios, por lo tanto es el derecho de recibir algo de una situación anterior. Sigamos sumando conceptos. También está la herencia del fenotipo, donde el bebe "hereda" todo lo que lo afecta mientras se desarrolla como feto en el útero materno y entre eso, los medicamentos, las crisis emocionales, los alimentos, todo aquello que intermedia la madre. Luego está le herencia genética, todas aquellas células y partículas que proporcionan nuestros ancestros para que "armemos" nuestro envoltorio. La herencia ambiental que también incidirá, como la ubicación geográfica. No es lo mismo nacer a 200 metros sobre el nivel del marque a 5 mil.
Si ustedes van al trabajo o a la universidad y alguien les pregunta cómo llegaron hasta ese lugar, lo más probable que después de recorrer varias opciones como: en autobús, en auto, en moto, en bicicleta y sólo al final puede que digan: caminando. Lo más increíble es que ninguno llegamos a esta experiencia de vida sabiendo caminar, lo imitamos de nuestro entorno y luego lo mandamos a nuestro inconsciente desde donde caminaremos el resto de nuestra vida, de ahí para adelante sin cuestionar.
Esto es lo novedoso de tomar consciencia de nuestra "herencia", podemos devolver lo que está de más. Todo aquello que me esta haciendo pasar por malos momentos en la creación de mi realidad, lo puedo devolver amorosamente de quien lo tomé en mi infancia.
Muchas veces me sorprendo haciendo un juicio sobre algo o sobre la conducta de alguien y después de meditar un momento soy capaz de ver el hilo que me ata a mi padre o a mi madre y recuerdo, casi con perfección, que ellos pensaban o creían así de aquello. Luego de esto comienzo a buscar qué es lo que yo pensaría al respecto y descubro que, generalmente, no me afecta y es más, me doy cuenta que guardo respeto por esas manifestaciones. Casi todo lo que estoy repitiendo, creyendo, enjuiciando, valorando, criticando, es porque mi abuela, mi madre, mis padres (tuve dos maravillosos), mis tíos, mis amigos, el grupo de "amigotes" del colegio, y tantos más creían aquello. Entonces, cuando podía determinar lo que ellos creían, me preguntaba que es lo que creía yo,y generalmente nunca coincidía.
No se sorprendan tanto cuando les digan: "estás hablando igualito a tu mamá"; "¡Oh, te salió igualito a tu viejo!" y otras cosas por el estilo. Vamos a repetir el patrón; seremos una copia de nuestros viejos, de su manera de vivir, sentir, administrar, intelectualizar, compartir y lo más importante, en la manera de sentir la vida. Lo triste de todo esto, es que nuestros padres o ancestros han "sobrevivido" a la vida desde el miedo, por eso hemos construido esta realidad y no otra. El primer miedo es a la muerte, la madre de todos los miedos. La única manera de evitar repetir el patrón es desviar la norma, poniendo frente a nuestros hijos un modelo distinto a lo que somos para evitar la copia, si es que nos estamos contentos con lo que hemos llegado a ser en la vida, si es que queremos que construyan su realidad desde el amor no desde el miedo. Por último, una pregunta ¿se ama usted? Eso nos ahorra camino.
martes, 30 de octubre de 2012
ACOSTUMBRATE A LEER
¿Te has preguntado qué haces cuando
lees? ¿Para qué lees? ¿Qué es esta habilidad de ser capaz de
traducir signos y convertirlos en información? ¿Qué tipo de
herramienta es que tantos en la historia han querido controlarla?
¿Qué poder oculta? Responderemos estas interrogantes una a una,
para que al final, cuando descubras su poder, seas capaz de
aceptarlo.
Observa tu cuerpo desde fuera. ¿Cómo?
Simple. Siéntate a una mesa con un libro frente a ti. Cierra los
ojos e imagina que comienzas a salir de tu cuerpo como quien se saca
un traje y te alejas unos centímetros (el maravilloso poder de la
imaginación). Resulta curiosa la experiencia; como si hasta la misma
consciencia se desdoblara. Te ves allí con la cabeza sostenida por
las manos. Tus ojos están clavados en la lectura. Puedes imaginar de
qué trata el texto, al fin y al cabo fuiste tú quien lo instaló en
la mesa. Lentamente rodeas la mesa y te sientas frente a ti. Esto
suena curioso, pero cuando pones toda tu intensión en ello, entonces
resulta mágico.
Tu cuerpo, al que observas desde este
ser desdoblado, comienza a transparentarse cada vez más. Puedes ver
cada uno de los órganos. Vez como, en un compás danzante, el
corazón bombea incesantemente y la sangre avanza a tramos por tus
venas. Ves los bronquios, los pulmones y cada uno de los órganos que
reciben, “oleadas” de oxigeno como el mar bañando las arenas. Te
maravillas con la perfección de la naturaleza. Tu atención es
capturada por esos casi atemorizantes globos oculares que se mueven
vertiginosamente trabajando sobre los códigos impresos en las hojas
de ese libro que pusiste a la mesa. El funcionamiento del nervio y
los músculos que los sustentan es realmente fascinante. Es, de
pronto, como una película de ciencia ficción y te comienzas a
sentir, por momentos, como si fueras una extraterrestre, un ser
dotado de cualidades que jamás percibiste porque estabas dentro de
esta “máquina” extraordinaria.
Ves, cada vez más asombrado, que la
magia es mayor aún. Esa luz que penetra por aquellos lentes situados
en el extremo de los globos, viaja a una velocidad impresionante
hasta el cerebro. Cuando levantas la vista, la visión majestuosa
del cerebro inunda tu alma de emoción. El órgano brilla, pero con
un resplandor que jamás habías visto. No recuerdas semejante
luminosidad. Bueno, eso eres tú, trabajando, devorando información;
aprendiendo todo el universo de te rodea, con toda tu intención
puesta en ello. Pero ¡espera! Estás haciendo algo más, estás
conversando ¿Con quién?
Ahora conmigo; en la imagen que
observas mientras hacemos este ejercicio, con el autor del libro que
pusiste a la mesa. Conversamos, me escuchas atentamente,
probablemente hay cosas que no entiendas aquí, en el libro, en
otros, pero eres un ser brillante y tienes herramientas a tu alcance
que te ayudarán a dar con el significado, con las imágenes que tu
cerebro pueda comprender, para que entiendas lo que te estoy
diciendo, lo que otros te están diciendo, porque si no lo haces no
te moverás, no seguirás adelante, te quedarás atascado en esta
dimensión, en este segundo, para siempre.
Eso es lo que haces cuando lees,
escudriñas espacios de tiempos que no están en tu aquí y ahora, no
están en tu línea de tiempo ¿Para qué? Para evolucionar, para
atesorar conocimiento que me permitan perfeccionar cada vez más la
realidad. Si no logro comprender esas “conversaciones”, si no soy
capaz de reconocer a mi interlocutor escondido tras las páginas,
sólo retraso la evolución humana, nada más; con ello también la
de mi vida y la de los que vinieron a vivir la experiencia de la vida
muy cerquita de mí.
La lectura no es otra cosa que
descifrar signos, es transformar en imágenes aquellos gráficos que
creamos para cargarlos de información y así transferir nuestras
experiencias. La mente, en su capacidad semántica, no lee letra a
letra y decide el significado, sino que lo asocia a una imagen. La
palabra “papá” no es leída “p”, “a”, “p”, “a”
“tilde”, ah, “papá”. La sola mención de la imagen acústica
gatilla la imagen de “mi” padre en mi mente y así la de cada
uno, por lo tanto el código “papá” tendrá tantas
interpretaciones como personas la hayan escuchado. Es por eso que la
interpretación es personal y única, porque está relacionada con la
experiencia ¿Con qué objetivo? Con el de mi evolución, esa también
es personal. Es por eso que entendemos que la experiencia de vida es
única, aunque hay muchos que se empeñan que sea una copia de la de
ellos.
Si me paralizo frente a un texto porque
no lo puedo comprender, es porque la carga de hábitos no fue bien
realizada. Es imposible tal comprensión si no tengo a mi alcance
diccionarios o libros de definiciones o sus equivalentes en el mundo
digital. Es ser arrogante el pretender ser poseedor de un vocabulario
tan exquisitamente dotado que les haga prescindir de tales
herramientas. Es por esto que quienes tienen la maravilla de estar
rodeados de criaturas, adultos en procesos de formación, cuando
entren la fase de preguntar qué significa tal o cual cosa, no les
respondan verbalmente, alcancenles un diccionario, estarán creando
el mejor de los hábitos.
Si usaran esta habilidad en
profundidad, podrían navegar por nuestra increíble historia. En
muchos de sus pasajes se encontrarían con grupos queriendo controlar
lo que la humanidad “consumía” como lectura en épocas
pretéritas. Hay un libro maravilloso de Umberto Ecco, una novela
que fue magistralmente llevada al cine, con un soberbio Sean Connery
en el papel protagónico, “En el nombre de la rosa”, que retrata parte de esta historia de la humanidad. Hay tantas más, como la de Los
Valdenses, un pueblo perseguido por el vaticano hasta su extinción,
dado que ellos memorizaban los pasajes bíblicos para traspasarlos de
generación en generación. La iglesia no quería que los
creyentes leyeran La Biblia, porque dejarían de creer en la
institución. No era muy congruente lo que el libro narraba y el
comportamiento de sus supuestos representantes. Bueno eso es hasta el
día de hoy, aunque en estos tiempos, y desde hace mucho, la gente tiene
libre acceso a las Sagradas Escrituras, pero no tiene libre acceso a
la comprensión, la clave de la evolución y de su poder.
¿Logran comprender? En la medida que
controlo su desarrollo intelectual, los puedo manipular a mi antojo
porque así manejo su sistema de creencia, así funciona la comunicación persuasiva. Aquí toma mucho sentido
esto de “sólo la verdad os hará libres”. No los hace libre de
mi o de otros, los hace libre de lo que ustedes creen. Se pueden dar
cuenta que han estado viviendo atados a lo que otros, supuestamente creyeron (generalmente por miedo). y así desde nuestros ancestros, y de ellos a nuestros padres y de éstos a nosotros. Esos nudos sólo se
pueden desatar comparando, analizando, observando lo que yo
experimento y que puedo comprar con lo que otros han vivenciado y me
entero de ellos sólo a través de la lectura, del lenguaje.
Humberto Maturana dice: “El lenguaje
crea realidad”. El lenguaje es una conjunción se signos; estos
están cargado de información, todo lo que creo viene de los signos,
por lo tanto mi realidad es información. Ese es el poder. Si cambio
la información que sustenta mi sistema de creencias entonces puedo
cambiar mi realidad. Todo lo que es, es porque yo creo que puede ser,
por lo tanto lo puedo cambiar. Ahora, hay que responder ¿Cuánto
quiero cambiar esa realidad? ¿Están dispuestos a aceptar este
poder?
lunes, 29 de octubre de 2012
LA IGNORANCIA NO SE CONOCE A SÍ MISMA
La ignorancia se define como la falta de conocimientos. Sin tales es imposible abordar una conversación de un tópico determinado porque el cerebro no es capaz de traducir a imágenes códigos que no comprende. Es exactamente como que me hablaran en ruso, mi mente no procedería a una interpretación semántica y, rayando en algún grado de estupidez, podría contestar con cara de suspendido en el tiempo: "¿ah?", pero como sería engorroso, mejor me "salto" al hablante que ha participado en la entrega de saberes y me dirijo a un nuevo sujeto o, simplemente, cambio de tema.
Aunque les cueste creerlo, esta escena la vivió repetida como "deja vu" la gran mujer tras las encuestas, Marta Lagos. Ella y sus colaboradores son los encargados de las encuestas CEP y MORI, pergaminos suficientes para estar sentada en el set de un canal de televisión para la transmisión de las municipales 2012 tratando de aportar sus conocimientos a nosotros, los televidentes. En Canal 13 y TVN, los periodistas encargados de los respectivos espacios simplemente ignoraron el aporte de la especialista.
"Debemos dar una mirada distinta a estos resultados, no podemos interpretarlos a la distancia del porcentaje de abstención." intentaba, infructuosamente Lagos de introducir en la conversación del estudio, pero el periodista Ramón Ulloa insistía en darle el pase a Conie Santa María, para que continuara entregando porcentajes. El trabajo computacional para los efectos de entrega de resultados debía mostrarse, no los "desacreditaría" el comentario de la experta que insinuaba que debían ser revisados de manera distinta.
Más tarde la historia se vuelve a repetir, en un canal distinto, otro programa y conductor. Esta vez fue el turno de TVN en el programa de análisis emitido después de 24 horas, el que era conducido por el periodista Juan José Lavín. El argumento es más sólido esta vez: "Está claro que de electores no sabemos nada en este nuevo escenario, hemos perjudicado a las cúpulas políticas, debemos agregar un cuadro con la información de la abstención de votos porque sin duda el análisis es diferente desde esa perspectiva, los porcentajes deben ser mirados de otra manera y ya no significarán lo mismo", decía Marta Lagos y crecía el entusiasmo en mí, al fin la discusión giraría para donde me interesaba, pero no, el "tío" conductor gira la cabeza sin responder a Marta y le consulta a su otro invitado sobre los porcentajes en cuestión. Ahí quedé, como Condorito exigiendo una explicación.
La ignorancia no se conoce a sí misma, si así fuera no saldríamos ante un público sin estar preparados, eso se llama respeto, no sólo por mí: el televidente, sino por los invitados que entienden de aquello que los periodistas ignoran y que al parecer, por su arrogancia permanente, no lo saben.
Ahora, sería interesante establecer esta otra manera de mirar los resultados porque así estaríamos, indirectamente, poniendo el tema de la abstención en el centro del debate y la gente terminaría tomando consciencia que su actitud provocó, o tal vez no, determinados cambios que serán, sin duda, trascendentales para sus comunas. Tomar consciencia requiere de una televisión bien dirigida, donde su norte sea informar, para que podamos tener opinión. Esto se pierde cuando los intereses están puestos en lo que hago para cubrir tantas horas de transmisión descuidando por completo el contenido de la misma.
El seminario
La palabra "seminario" es narcoléptica en sí. Debo reconocer que el título me pareció sugerente: "Diseño Editorial y Futuro de los Medios". Así, tal cual. ¿Qué diseño podría soportar este "negocio" del mundo de las noticias? Había que estar. Y claro, la primera impresión que me causó el seminarista fue: ¡Dios quiera que no me ponga a roncar! Pero Margarita Ducci, la directora académica de la Escuela de periodismo de la Universidad Andrés Bello, logró que me interesara en el personaje con un curriculum extraordinario, ya lo podrán googlear si les interesa, su nombre es Javier Errea.
Una presencia escénica pobre la de Javier y un volumen de voz escaso, esto hacía presagiar un desastre, pero comenzó a interesarme el por qué él creía que el futuro no era la multimedia. Comenzamos a revisar juntos en el apoyo visual, más conocido como "power point", cuanto periódico se les puede imaginar, desde "La Nación" en Argentina, pasando por el no menos prestigioso "The Independent", hasta nuestro cercano "La Tercera". Eran como las canciones de un canta autor, todas las "remodelaciones gráficas" a las que habían sido sometidos muchos diarios del mundo, tenían algo en común: el equipo de trabajo detrás del diseño, todos comandados por el pequeño Javier.
Que lo podemos comparar con uno de estos otros tantos diseños y veremos "el toque" de su creador.
Javier Errea, después de una hora y media mostrándonos cómo había "maquillado" todos estos "productos" alrededor del mundo, sostiene que el futuro no es multimedia sino monomedia, o sea, una sola vía de comunicación, una sola vía para publicar; que al utilizar, las empresas periodísticas, muchas vías de publicación ofreciendo de manera "abierta" o sea sin costo todo el material o "producto" informativo, estaban "matando" el negocio. Me quedó la sensación de haber estado con un experto en diseño de productos o mejor dicho experto en envases, lo que los de marketing denominan: "packing", que con un destacado periodista de tan relevante trayectoria en el viejo continente. O sea, abreviando, la parte del seminario dedicada a: "El Diseño Editorial", tenía que ver con el "envoltorio" del producto, y "El Futuro de los Medios" con volver a la publicación única o cerrar los contenidos de la web para que la gente se vea en la necesidad de pagar por la información. Pero esto se pondría peor.
No es que esté contra los negocios, por el contrario, pero creo que hay ciertas empresas, como las periodísticas, que deben velar por la ética y "vigilar" sus procesos comunicativos que al fin terminan siendo modelos de educación para la comunidad, en un mayor o menor grado. Para fundamentar esta tesis, ni que hubiese estado de acuerdo con los organizadores, ya que me "ofrecieron" un panel inmejorable para sostenerla, en la "Mesa Redonda", esa que nunca es mesa, tampoco redonda, sino un montón de sillas sobre un escenario donde suelen defenderse los participantes. No sé muy bien por qué el público termina creyendo que esto es un paredón donde "fusilar" sin descanso a los invitados. Considerando que el tema de las elecciones municipales 2012 estaba muy fresco en la memoria, sólo habían ocurrido ayer, se instalaría en este foro cambiando el tono de la discusión.
Los invitados a esta mesa que no es mesa: Guillermo Turner, director del Pulso, Andrés Azocar, director de contenidos digitales de La Tercera on line, Consuelo Saavedra, conductora informativo TVN 24 Horas, Cristian Bofill, director del diario La Tercera y Javier Errea periodista experto en Diseños Periodísticos. Ellos hablarían con el público: de los medios, el presente y el futuro. Nunca quedó muy claro, ni el presente ni el futuro ni los medios. Soy un convencido que quienes tienen el trabajo de estudiar a los medios son los sociólogos, especialmente aquellos que no trabajan ni en la radios, los periódicos o la televisión; ¡jamás! quienes componen las plantas funcionarias. Tal vez ésta sea la respuesta a la pregunta de por qué se transforman en paredones estas mesas redondas, obvio, comienzan a defenderse los invitados de lo que interpretan como ataque. El moderador tuvo la culpa. Los invitó a iniciar ponencias frente a la premisa de si los medios debían sentirse, a lo menos, responsables de no haber colaborado a incentivar la votación en la elecciones municipales, y no puedo evitar de comentar que desde esa perspectiva éstas fueron un desastre, aunque los políticos anden felices con sus cálculos mezquinos de porcentajes más o porcentajes menos, importándoles un bledo que el 60 por-ciento de la población votante o más, les haya dicho que no están ni ahí con su sistema. Pero volviendo al tema, las ponencias resultaron tan desastrosas como las elecciones.
ALGUNOS "BOTONES"
Azócar y Bofill no lograban ponerse de acuerdo en qué negocio estaban; para el primero, resultaba en ese momento, de una total confusión entre el negocio de las noticias o el de la publicidad; para el segundo en cambio, él está claro que se encuentra en la industria de las informaciones, pero todo fundamentado y "encementado" desde el departamento comercial como lo aseveraría Saavedra después."Podemos presentar documentales interesantes, pero si no entramos en ritmo nos cae encima el departamento comercial", según Consuelo, que estaba bastante errática en sus observaciones. Tanto así, que al comenzar las críticas del público a la cobertura ofrecida por los canales para estas municipales: que no ofrecieron nada nuevo ni especial; que leían en pantalla la misma información que entregaba el Ministerio del Interior como cualquiera en su casa; que no había información que ayudara a la población en su elección, etc., Consuelo Saavedra, sí, la señora del ex ministro, quiso ponerle broche de oro con una anécdota personal: "Yo fui a votar a Vitacura, es la comuna de mi niñez no me he cambiado nunca aunque ya no vivo allí, y no tuve problemas para hacerlo por el candidato a alcalde, en los de concejales si tuve y muchos; no conocí ningún nombre y un apellido que me pareció lo marqué. Al salir me di cuenta que había votado por un UDI". Líder de opinión, la conductora de uno de los informativos con más rating en la televisión abierta, la esposa del político tan o menos desinformada que sus propios televidentes ¿El futuro de los medios? Resonaba la pregunta en mi cerebro, yo permanecía en silencio, sin querer escuchar la respuesta.
Como podrán darse cuenta, me entretuve, no me quedé dormido. Mi principal preocupación se había disipado totalmente: no había roncado. Uno se entretiene, se despierta con esas observaciones que quedan para el bronce ¿Ustedes creen que Consuelo Saavedra era incapaz de más? Obvio que la respuesta a esta pregunta es el disponerse a leer alguna que otra "salida de madres" de la conductora de televisión, que a esas altura estaba muy "mosqueada". Una joven, de esas inocentes estudiantes que aun creen que el periodismo se trata de un servicio social, de una entidad que nace desde la sociedad y para la sociedad, y pregunta: "¿Por qué no le dedican más tiempo a noticias como la Ley de Pesca o el problema mapuche en vez del salto de la estratosfera?" La paciencia se le había agotado a Consuelo. No podía no contestar, nadie más allí leía noticias en televisión y disparó: "La juventud, ese tiempo en que se quiere criticar todo. Menos mal que la juventud se pasa". Creo que huelgan los comentarios a tamaña reflexión. Más adelante la mandó a buscar más información sobre la Ley de Pesca a los organismos pertinentes.
Tantas cosas para pensar, reflexionar de ésta, la que ha sido mi profesión por más de 30 años. Tantas cosas que no me parecen y que no me seguirán calzando. Todo esta montado en un negocio. La noticia espectáculo. Ya no basta con informar el hecho hay que transformarlo en espectáculo y que dure horas y que dé rating y que, gracias a todo esto, venda. En mi juventud un bus de transporte interurbano se accidentaba y se informaba, no importando si los muertos eran tres o treinta y cinco, se informaba y ahí terminaba el trabajo, no cinco horas más tarde, después de generar una expectación en torno al dolor de esas familias. ¿El futuro de los medios? Como todo en la vida, está en vuestras manos. Ustedes pueden cambiarlo todo; la sociedad, los políticos, la administración, los medios, etc. Vean ustedes lo que harán con ellos. Lo que deben tener muy claro es que todo existe porque nosotros, la comunidad lo hemos puesto allí. Recuerden: "El hombre que no está informado, no puede tener opinión... Bio Bío La radio". Infórmense antes de opinar.
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