miércoles, 26 de diciembre de 2012

¿QUIEREN CAMBIAR SU REALIDAD?




¿Qué es el Sistema de Creencias? ¿Cómo se origina? ¿Qué función cumple? Podemos explicarlo con peras y manzanas y al final les dará exactamente lo mismo. Parte de esto es su función. Creo y a partir de allí vivo. Creo, con sus dos referentes: de creer y crear. Esta es su función; adquiero todo lo que creo de mi entorno, de mis adultos significantes; tomo de ellos todo lo que “creen” y “sienten” de la vida, más mis experiencias y establezco mi sistema de creencias. En otras palabras: se originan de la observación directa, la experiencia y el contacto personal, las que puedo describir y por todo lo que me informan otras personas, sus supuestos, sus mitos sociales. ¿Cuándo ocurre este proceso? En nuestra más tierna infancia y luego, dado los procesos de aprendizaje, envío TODA la información a mi mente inconsciente desde donde comienzo a actuar automáticamente. ¿Pero qué pasas si mis creencias me condenan al sufrimiento permanente? ¿Lo podré cambiar por uno menos nocivo? Un árbol me enseñó cómo, y ésta es la historia.



En mi proceso de crecimiento personal, atravesé por un par de experiencias que en su momento no pude comprender, hoy gracias a un árbol lo tengo muy claro. La primera de ellas fue el 2004. Un amigo estaba titulándose de Reiki 2 y me ofreció una sesión gratis, la que obviamente acepté. No tenía ninguna experiencia previa en el tema entonces me entregué a sus indicaciones. Lo que “vi” en el estado de meditación profunda en la que entré, no la pudo explicar el terapeuta. En ese estado más el olor del incienso y los sonidos de la naturaleza que inundaban la habitación desde el reproductor de CD, me llevaron a tener ciertas visiones. En ellas podía ver cómo un sinfín de imágenes de yeso se estrellaban contra el piso y se reventaban en mil pedazos. Eran representaciones de todo tipo: religiosas, económicas, políticas, todas estrellándose contra el piso.



Luego se cruzó en mi camino una terapeuta holística venida de Holanda, Guillemette Köning, con quien viví mi segunda experiencia. Luego de una meditación guiada a mi templo interior, el que estaba en deplorable estado, me paré en medio de mi llama Trina, que es un fuego que representa las tres fuerzas principales de nuestro Ser. Estaba allí suspendido sobre esta llama y mi cuerpo comenzaba a descascararse dejando paso a un cuerpo brillante, dorado. Esas dos imágenes me acompañaron por años sin que me significaran nada más que parte del proceso de crecimiento personal que había iniciado. Hasta un par de primaveras atrás, subiendo mi amado Cerro San Cristóbal, meditando precisamente sobre los sistemas de creencias y cómo estos, poderosos y de fuertes raíces, generan nuestros pensamientos, estos nuestras emociones y sentimientos, TODO a partir de lo que creo. Remover esas creencias nos parece, a la mayoría, algo TOTALMENTE imposible. EL ÁRBOL ME ENSEÑO LO CONTRARIO.




En una de las vueltas subiendo el cerro, me encontré con un árbol el que me pareció increíble por la rectitud de su tronco, por lo liso y blanco de su corteza. Cada vez que pasaba por allí pasaba a saludarlo con reverencia por lo que significaba para mi. Pasó el verano, luego el otoño y en invierno mi árbol ya no era tan blanco, su corteza se tornó café claro, casi rojizo; había muchos nombres y cosas escritas en ella. El aprendizaje sobre lo fácil que es cambiar el sistema de creencias no vendría sino hasta el próximo verano.



Uno debe comprender que algo que cree le puede provocar emociones y sentimientos que les pueden causar una grave enfermedad la que puede ser fatal. Un marido celoso es capaz de cometer un crimen por el sentido de pertenencia que tiene sobre su esposa y de lo que él cree que le hacen a él, cuando en realidad se lo hacen a ella. Esto que parce un chiste ocasional, es una verdad. En África, en un poblado cuyo nombre no me acuerdo, el hombre cuya mujer es la más deseada y poseída por los hombres de la tribu, él es el más honrado. ¿Qué es lo que hace estas dos historias muy diferentes? El sistema de creencias. La respuesta será tan fácil como: deja de creer. Si te anclas a decir: “así soy yo y nadie me va a cambiar”, estás decidiendo nunca cambiar tu corteza, que es lo que no hace mi estimado árbol.






A veces, cuando decido no cambiar esas “cortezas” que forman mi sistema de creencia, éstas nos deforman físicamente, porque sentimos su peso. Se pueden manifestar en obesidad, alcoholismo, drogadicción, o cualquier figura que, conscientemente, ustedes saben que no les producen satisfacción. Lo que el árbol me enseñó fue eso. Es fácil deshacerse de esas creencias nocivas. Lo puedo hacer cada temporada: cambiar la corteza. Todo lo que estaba escrito en ellas desaparece y tengo una nueva mente para escribir en ella lo que me hace sentir bien, sano, recto, como mi árbol. ¿Quieren cambiar su realidad? Cambien su Sistema de Creencias, cambien su “corteza” cada vez que lo necesiten, es fácil, como me lo enseñó un árbol que crece recto, sin peso y que se reescribe cada año; este verano escribiré mi nombre en él y ya sé que para el próximo no estará allí.



martes, 25 de diciembre de 2012

NATIVIDAD



Navidad, natividad, nacimiento al fin. ¿Qué celebramos en realidad? Que un flaco, bueno para trabajar la madera, se dice que nació hace aproximadamente 2012 años ya, y que algunos lo creen hijo de dios y de una mujer virgen. Bueno, este cuento es muy común a todas las religiones de la antigüedad. Creo que lo importante para mí no es lo que se celebra sino lo que nace. Él nació y nos trajo un concepto, una mirada de la vida y del ser humano distinta hasta la entonces conocida. Su mensaje ha permanecido sin ser comprendido por aproximados 2012 años. Una institución lo manejó para gobernar desde su interés por el poder y el dinero. Ya hace 2012 años nos dijo: "El reino de Dios está aquí". Y aún no nos damos cuenta. El "aquí" es en nuestro ser. Tenemos el poder de crear y ese es el tal dios actuando en nosotros. Si lo que creamos es positivo es nuestra luz, si es negativo: nuestra oscuridad, también representada como Satanás. También este flaco buena onda, que nos mostró un camino, que nos entregó un modelo, también nos dijo: "Tendréis que nacer de nuevo" y eso es lo que yo celebro, el haber nacido de nuevo, el haber podido cambiar los patrones de creencias y entender que el trabajo en este mundo es hacer nacer dentro de ti a dios o como quieran llamarlo; es hacer nacer dentro de ti a la buena persona que quieres ser; hacer nacer el amor que iluminará tu miedo de vivir y sentarte junto a tu familia y observarla con cariño porque te permitieron ser;  con mentiras, con engaños, con malas interpretaciones... no importa, porque todo fue con amor.
Sorprendo a mi pequeña llorando en su pieza, ¿el motivo? su madre. Ella debió llamarse "Mary Crismas". Ama todo lo que tenga que ver con el cuento del pascuero y aún invita a su hija a buscarlo en la oscuridad del cielo. Mi niña lloraba y me decía: "dile que la corte, ya me mintieron por muchos años y aun sigue". Tomé su carita, sequé sus lágrimas y le dije: "Fue por amor". De alguna manera le tememos tanto a esta vida que nos pintan como una cosa horrorosa de ser vivida que fantaseamos y creamos historias que se acerquen a esa caridad y a ese amor que no somos capaces de ver en nuestros propios corazones y entonces "los dibujamos" allá afuera donde buscamos todo lo que debiéramos buscar "adentro", en nuestro místico corazón. Todo esto nos lo enseñó ese flaco entretenido, bueno para los amigos, para el vino y que dicen que se llamaba Jesús y que por sobre toda las cosas, amaba a todos y era capaz de sentir que él era el camino y la vida, algo que aún la humanidad no ha entendido. Cada uno es el camino y la vida. Nadie jamás podrá caminar en las plantas de mis pies, sólo yo; por lo tanto mi camino lo hago yo; y soy la vida. La vida no es algo que pasa allá afuera, como una institución con la que tengo que estar agradecido, no. La vida soy yo y existe mientras yo existo. Él trató de explicárselo a la humanidad hace mucho rato, pero como tantas otras cosas no lo entendimos. ¿Se comprende un poco más la expresión hasta que Cristo nazca en ti?  Entonces celebra con todo el corazón esa natividad, cuando te sientes a la mesa con tu familia y les mires a cada uno de ellos a los ojos y los ames profundamente tal cual son.


En el living de nuestro departamento tenemos un árbol sin ninguna figura, sólo bolas lilas que representan a mi hija y bolas azules que me representan a mi, por nuestros colores favoritos; y el árbol representa a la humanidad; cada noche nos paramos frente a él y con nuestras manos en el corazón aceptamos a la humanidad tal cual es: con sus miedos, sus cuentos, sus amores temerosos, su codicia, su bondad, su maldad. Respetamos la realidad que cada uno ha creado para sí mismo. Entonces celebramos la "navidad" en nosotros mismo, ese modelo que nos enseñó ese flacuchento que se me imagina debió ser re simpático.

viernes, 21 de diciembre de 2012

FIN DEL MUNDO



Tiempo de reflexión: 

Lo interesante de todas las discusiones que duraron meses sobre el fin del mundo, es que nos deja una gran enseñanza que de ser analizada permitirá el cambio de Era: LA FUERZA DE LOS CUENTOS, EL PODER CREADOR DEL LENGUAJE. Es tiempo de hacernos cargo de TODO lo que hemos promovido en el mundo desde la ignorancia, desde el miedo. 


Bien dice el comercial de una compañía telefónica: ¡Basta que te metan el p... en el ojo! ¡Sácatelo! y eso con todas las historias que nos hemos inventado para vivir de fantasías apartado de la realidad. 


Pueden ir pensando en hacer un "lulo" con las velitas, las linternas, los bidones de agua, las latas de conservas y aprovechen de meter en el mismo "lulito" al viejito pascuero, al del saco, a la virgen, al cielo y al infierno ¡¡¡¡¡¡ POR FAVOR !!!!!!! Y de una buena vez comencemos a VIVIR dejando atrás la codicia que despierta el miedo y comencemos a construir una realidad que se sustente en el amor y en la justicia.

domingo, 16 de diciembre de 2012

EL PISTOLERO DE NEWTOWN



El pistolero de Newtown, mató a su padre y luego a su madre disparandole un tiro en la cara, de alguna manera quería borrar su imagen de su mente desequilibrada; las demás víctimas son circunstanciales, fortuitas, que alcanzaron a ser rozadas por su odio; el dolor de sus familias es entendible, pero están lejos del verdadero drama. 



Sus primeros objetivos: sus padres. Me pregunto ¿estamos consciente
s los padres del odio que podemos hacer crecer en nuestros hijos? Este es el verdadero drama. ¿Algunas vez se les ha ocurrido pensar que todos los femicidios no son otra cosa que el reflejo inconsciente del odio que las madres hacen crecer en sus hijos? Queremos detener la violencia del hombre contra la mujer, lo que debemos detener primero es la violencia de la madre contra el hijo. 









Es tiempo de hacernos cargo de lo que estamos transmitiendo, del mensaje que les estamos entregando a nuestros hijos. Ellos ven, conocen, observan y analizan la vida de acuerdo a como NOSOTROS nos comportamos en ella, y así creerán que es para el resto de sus vidas. Adam, el pistolero de Coneccticut, no heredó de la "nada" sus problemas de relacionarse socialmente y su amor por las armas, su madre tuvo que ver en ello.

martes, 4 de diciembre de 2012

DESEOS




El calor era agobiante. El ventilador era una sucia trampa que sólo hacía circular el aire viciado de aquel viejo restaurante. Recién pasaban de las 2 de la tarde y la cerveza aplacaba sólo por segundos esa incesante ola de calor que me aturdía mientras trataba, inútilmente, de distraer mi conciencia en los dramas de los famosillos de los que me contaba el matutino de la jornada. 



En la mesa de atrás dos adultos mayores, de esos que arrastran consigo la decrepitud de la tercera edad, de esos que se han gastado la existencia entre los gozos de la buena mesa muy bien representados en sus figuras regordetas enmarcadas en calvas ornamentadas de pelo blanco, y voces carrasposas de cuerdas vocales maltratadas por el reflujo de sus jugos gástricos. 



Atrajo mi atención la frase de uno de ellos: “es una lolita”. Miré en dirección al objeto de sus comentarios, el objeto de sus deseos. En la esquina, junto a sus padres, una bella adolescente de no más de quince años. Calzaba un short muy bien denominado “Hot pants”, pantalones calientes, que enmarcaban sus curvas ajustadas por una polera que la hacía lucir más sensual aún. Mis vecinos en el restaurante expresaban sus deseos ante la imagen que la bella joven despertaba. El otro comensal agregaba: “está para acriminarse”. Está instalado el sentido de “crimen” para esos deseos “inapropiados”. Comencé a elucubrar: ¿Se apaga el deseo conforme avanzamos a la decrepitud de la ancianidad? ¿Deberían estos “viejos asqueroso” ocultar, reprimir esos deseos? Comienzo a mirar a los ancianos con desconfianza. Yo seré anciano y deberé lidiar con mis deseos también y lo comprendo más claramente cuando el mozo trae a mi mesa el pedido: un jugoso lomo cocido a punto acompañado de una ensalada surtida y ahí descubro que estoy rindiendome gustoso a uno de mis deseos.




Es el deseo el que nos mueve por la vida. Debo, necesariamente, desear para moverme. El trabajo, ya sea ese duro, de esfuerzo, asfixiante o aquel placentero que nos permite desarrollarnos, tienen como propósito generar un bienestar económico que me permita satisfacer mis deseos, por lo tanto estos serán responsables de mi emociones, tanto de las negativas provocadas por la frustración de no cumplir el deseo o las positivas del deseo cumplido. ¿Cuándo un deseo se vuelve impropio? ¿quién lo decide? ¿Es malo que un par de señores de más de sesenta años deseen a una lolita? ¿Es malo que la deseen o que lo expresen? Estas cavilaciones me fueron apagando el deseo de devorarme ese jugoso lomo.



Mi hija es una lolita de 11 años y ya es objeto del deseo de algunos que se cruzan con ella por la calle. Sólo cuando miran su carita, se percatan que esas tremendas "piernotas" son de una niña aún. Así lo conversamos el pasado sábado cuando un par de sujetos la miraron de manera lujuriosa. Esa será su rutina de vida, ser deseada. Todos deseamos ser deseados, es la manera en que nos validamos. Pero ¿cuándo nos surge el juicio de “viejo asqueroso”? Cuando me “educan” desde muy pequeño a cuidar mis modales, mi manera de vestir, de mirar, etc. para no despertar los “malos” deseos de los otros. Es en ese instante cuando se “carga”, semánticamente, el valor negativo de los deseos, con los que enjuiciaré no sólo los ajenos si no también los personales. ¿Cuál es el objeto de mis deseos y por qué? Es largo el proceso donde vivo deseando lo que mi padre, madre y parientes deseaban cuando me estaba educando de ellos, o sea copiandolos en mi interior durante mi niñez. Por lo tanto voy a mirar a la mujer como objeto de mis deseos porque mi padre las miraba así y eso lo aprendí en las revistas que “fondeaba” en su velador hasta donde me llevó mi curiosidad, la que era mayor cada vez que ellos trataban de ocultarme la vida. Mi pequeña desde los nueve años que sabe que el deseo sexual es esencial  para la vida, pero que ella debe ocuparse en desarrollar sus deseos no el de los demás. Sabe también que siempre será deseada, de la manera que lo sea no es de su imcumbencia; sabe que no podemos hacernos cargo de un otro, sólo de nosotros mismos. 




Entonces, giro mi silla y miro directamente a aquellos señores que compartían su vida conmigo en aquel viejo restaurante y busco sus ojos y veo en ellos a sus padres, a sus abuelos, a sus tíos y a todos los que de una u otra manera ayudaron a dar forma a sus deseos. Es bueno preguntarse: y yo ¿qué deseo?, porque hay alguien muy cerquita mío que está aprendiendo a desear lo mismo y no hay que olvidar que basta poner la intención para que esos deseos se conviertan en realidad.


domingo, 2 de diciembre de 2012

PADRES



¿Eres una persona equilibrada? ¿Eres pacífico y resuelves tus conflictos desde el amor? ¿Eres emocionalmente funcional? ¿Desarrollaste tus habilidades para saber responder frente a los problemas? ¿Respetas a tus padres y les das el lugar que les corresponde? ¿Resuelves desde el hacerte cargo de las consecuencias de tus decisiones? Entonces no sufras pensando en qué va a ser de tus hijos, sin duda tienen un excelente modelo que copiar; si no respondes a estas interrogantes de manera positiva, entonces ocúpate en mejorar el modelo, es decir: perfeccionate ahora!!!