El pistolero de Newtown, mató a su padre y luego a su madre disparandole un tiro en la cara, de alguna manera quería borrar su imagen de su mente desequilibrada; las demás víctimas son circunstanciales, fortuitas, que alcanzaron a ser rozadas por su odio; el dolor de sus familias es entendible, pero están lejos del verdadero drama.
Sus primeros objetivos: sus padres. Me pregunto ¿estamos consciente
s los padres del odio que podemos hacer crecer en nuestros hijos? Este es el verdadero drama. ¿Algunas vez se les ha ocurrido pensar que todos los femicidios no son otra cosa que el reflejo inconsciente del odio que las madres hacen crecer en sus hijos? Queremos detener la violencia del hombre contra la mujer, lo que debemos detener primero es la violencia de la madre contra el hijo.
Es tiempo de hacernos cargo de lo que estamos transmitiendo, del mensaje que les estamos entregando a nuestros hijos. Ellos ven, conocen, observan y analizan la vida de acuerdo a como NOSOTROS nos comportamos en ella, y así creerán que es para el resto de sus vidas. Adam, el pistolero de Coneccticut, no heredó de la "nada" sus problemas de relacionarse socialmente y su amor por las armas, su madre tuvo que ver en ello.
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