sábado, 15 de noviembre de 2014

ASADO A LA PARRILLA



Quiero una tarde de asado a la parrilla.

Quiero el olor del carbón impregnando mi ropa.

Quiero las gotas de sudor y el calor a la altura de la guata.

Quiero el jugo de la carne a punto chorreando por mis brazos.



Quiero los chistes fomes de mis amigos,

las moscas paradas en el pebre 

y las risas descollantes que registran el ambiente

como una vieja cámara de cine.


Quiero respirar esa vida latente y maravillosa

anclada en mis emociones de infancia.

Quiero una tarde de asado a la parrilla

que me traiga de vuelta a mi madre en la distancia.


Mi madre tiene el olor, las risas,

el jugo chorreando, el pebre y el amor

de una tarde de asado a la parrilla.

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