Estaré allí para recoger cada pedazo,
cada trazo de tu silueta,
que se irá desprendiendo de mi alma
como una ceniza delicada,
intentando no destrozarla
con la brutalidad de mis manos.
Cómo quisiera tener plumas en vez de manos,
para sumarte a mí, para sumarte a mi corazón,
y te fundas en lo más profundo de mi ser.
Mis manos hieren lo que tocan,
pero sólo porque tienen miedo
de que desaparezcas para siempre,
y entonces te ahogan, te sofocan, te exprimen
y entonces te esfumas y mi miedo desaparece.
Cómo quisiera ser de pluma
para acompañar el vuelo de tus cenizas,
y vagar juntos en el viento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario