En la oscuridad, siempre hay una luz;
una luz en tu interior.
Solo escucha mi voz y déjate guiar.
Paso a paso, lentamente, sin prisa;
mi voz te cogerá dulcemente por los dedos,
y te traerá a la luz de la vida que nos alcanza.
Es una danza de colores;
un torbellino de subidas y bajadas;
de sensaciones libres y apretadas;
de vértigo, de remolinos y escaladas;
de peligros y escapadas;
es como la vida enamorada.
Camina conmigo, corre conmigo, juega conmigo,
que no vinimos para quedarnos en cama.
Sigamos a esa estrella o a esta otra; sigamos al alba
que nos llevará desde lo más profundo del alma
a recorrer los universos de alfalfa,
donde pastorean los unicornios y las hadas.
Ven a correr conmigo amada, que la vida nos alcanza.
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