Puntos suspensivos…
que impiden la transparencia,
que ocultan la intención verdadera,
que protegen el escudo de defensa,
que cual alambrada
protegen el campo más interno de la emoción…
Puntos suspensivos…
que describen la historia del desamor;
del punto del desencuentro,
de la latitud equivocada,
del polo perdido en un horizonte de lágrimas…
Puntos suspensivos…
que equivocan el camino al punto exacto,
que distraen al viajero de corazón confundido,
que no señalan el camino hacia la estrella
que dibujé en nuestro cielo
de amapolas y girasoles escondidos,
entre versos trasnochados y borrachos
de una pena nueva y desconocida…
Puntos suspensivos…
que enredan el alma en un alambre de púas,
que rasga el alma en una travesía sin destino
y la destroza en girones de papel,
que se queman en el viento
de un suspensivo desierto de nadie,
donde caminamos a pies descalzos
pisando espinas en cada punto suspensivo
que marca lo suspensivo del amor que quedó en el aire,
y arde en ese aire que respiramos en la profundidad
de una noche que se fugó por la ventana.
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